Pedro Pablo Méndez García, Artista plastico dominicano. Dentro de los artístas plásticos (pintores de la República Dominicana), Pedro Pablo, nativo de San Francisco de Macorís, es uno de los que ha logrado que sus pinturas, expresionistas y figurativas, donde se destacan los rostros, paisajes, marinas y otras obras de arte enfocadas a lo cotidiano, alcancen notoriedad internacional. Desde muy pequeño, el artista, sintió inclinación por el dibujo y la pintura. Su infancia se desarrolló en la comunidad de Villa La Mata, entre árboles, ríos y una familia unida a los valores espirituales de la vida cristiana. En el 1985 ingresa a la Escuela de Bellas Artes en su ciudad nata para luego se trasladarse a la capital, Santo Domingo, donde siente una tremenda atracción por las obras del maestro Plutarco Andujar (1931-1994), del que luego llegaría ser su más aventajado discípulo. Sus creaciones han transitado entre la ruptura y la continuidad de su obra marinista, anclada en una pintura de profundo y gran contenido estético y espiritual. Ha participado en más de treinta de exposiciones colectivas y concursos, tanto en el país como en el extranjero. Tiene seis individuales. En la actualidad su exposición mas trascendente es una conjunta. Sueño Caribe y Homenaje a Roberto Carlos, con la serie canciones pintadas, la cual será llevada al Museo de Arte de Rió de Janeiro, Brasil, un evento sin precedente en la historia de las artes plásticas regional donde el artista ha plasmado, los éxitos trascendentes del cantante carioca. Sus obras se encuentran en colecciones, tanto públicos como privados, en el país y el extranjero. Estudios. 1985, inicia sus estudios en la Escuela Nacional de Bellas Artes, San Fco. De Macorís. 1987, conoce a su maestro Plutarco Andujar (1931-1994). 1994, viaja a la Habana, al II curso de Arte Contemporáneo del Tercer Mundo, en el Centro Wifredo Lam.
INDIVIDUALES. 1991, Metamorfosis de un Descubrimiento. Hostal Nicolás de Ovando, Santo Domingo. 1996, Apelación, Club Naco, Santo Domingo. 1996, Transmutación, Museo del Hombre Dominicano, Santo Domingo. 2000, Memoria de Sueño Caribe, Casa Guayasamín, Zona Colonial, Santo Domingo. 2001, Canciones Pintadas, homenaje a Roberto Carlos, Casa Guayamin, Santo Domingo. 2004, Inocencia caribe, casa de España, Santo Domingo. 2004, Virgenes Caribeña, Hotel V Centenario, Sto. Dgo. 2005, Remembranzas, dedicada al maestro Plutarco Andujar, Eduardo Galeria de La Romana. 2007, Virgenes Tropical, Eduardo Galeria La Romana, Rep. Dom.
COLECTIVAS. 1989, Master and Noves, exposición itinerante por distintas ciudades de Estados Unidos, organizada por La Junta de Educación de New York. 1989, Centro de Arte Hostal Nicolás de Ovando, Santo Domingo. 1990, Bienal de Arte de E. León Jiménez, Centro de la Cultura de Santiago y Casa de Bastidas, Santo Domingo. Bienal Marginal, sector de Santa Bárbara, Santo Domingo. 1992, Al Paisaje Dominicano para que no perezca, Casa de Bastidas, Santo Domingo. 1992, Duarte Visual, Palacio de Bellas Artes, Santo Domingo. 1994, Bienal de E. León Jiménez, Plaza de la Cultura, Santiago y Casa de Bastidas, Santo Domingo. 1994, I Festival de Artes Visuales, Museo de Arte Moderno, Santo Domingo. 1997, II Festival de Artes Visuales, Museo de Arte Moderno, Santo Domingo. 2003, Palacio Museo de Bellas Artes, México, D.F. CCOLECCIONES.
2005. Virgenes Caribena, Hotel V Centenario. Santo Domingo
2006. Remembranzas. Galeria Eduardo, La Romana, R.D.
2007. Virgenes Tropical, Galeria Eduardo, La Romana, R.D.
Para el 2007, es selecionada entre 24,000. artistas y mas de 100,000 obras en la portada de artelista.com, la comunidad de artistas visuales mas grande del mundo.
En la acualidad esta rankeado No. I en los rankigs de artelista.com, para los< artisas de Rep. Dom.
Sus obras se encuentran en colecciones privadas tanto en el país como en Estados Unidos, Puerto Rico, Brasil, Canadá, Costa Rica, México, Suecia, Honduras, España, Finlandia y Panamá
JUICIOS CRITICOS
Su sueño de virtual marinista se concretiza y se enriquece con nuevos aportes técnicas como el recurso de cuadro, donde se aprecian lecturas fragmentadas o consecuencias especificas de una narrativa donde fluye una gran sensibilidad social, un profundo amor por la preservación del núcleo familiar y una contribución apreciable a la iconografía insular. Por Virginia Goris, bibliotecaria, periodista y crítica de artes. Su rico cromatismo y la caligrafía de sus composiciones declaran una particular factura y una sorprendente atmósfera de irreal belleza, creando un sugestivo clima de exaltación lírica que atempera con la armonía de finos tonos rojos, morados, azules, verdes y grises. El artista pone disposición del espectador sus elocuentes trazos a la magia cautivante de sus imágenes a fin de que este pueda descubrir los valores perdurables de pintura. Por Cándido Gerón. Lo que distingue en esencia a Pedro Pablo Méndez, es su memoria visual, por haber recreado todas esas imágenes escritas, y de presentarles de una manera coherente y organizada; plasmadas a ver realidad que son esa pintura se compagina el gozo de la canción y la presentación visual de lo interpretado. Todas las pinturas de Pedro Pablo Méndez, nos placen: todos ejercen una fuerza humana y social, que obligan a la reflexión, como un haz luminoso, hasta el fondo oscuro de nuestra memoria visual. Por José Saldaña, escritor, historiador, crítico de arte, miembro del AICA.
... Pedro Pablo Méndez, asume la pintura con la responsabilidad del talento revelado. Fenómeno que demuestra en sus obras sacrales y simbólicas como la titulada “Heridas que Sanan:” en la que se expresan un sensible dominio del dibujo, imprimado unas manos que en su simbología revela la energía que es capaz de desatar cuando asume la línea como lenguaje y vía de expresión asociada a la estructurada compositiva de la pintura. Por Abil Peralta, curador, crítico de arte y miembro del AICA.
CRITICAS AMPLIADAS: LO NATURAL Y TROPICAL. Por José Saldaña (fragmentos) Este artista que vive en el trópico, que conoce sus colores y su luz, capta lo bello con un realismo decidido y audaz, en el que la seguridad en el oficio le permita abordar toda clase de temas con igual originalidad y destreza. Un paisaje que incorpora a su característico realismo un toque impresionista que no emula ni compite con la exacta representación de los elementos que integran el motivo de la obra: árboles, ríos o lagunas, mar, cielo, casas campesinas, frutas y el azul y verde omnipresente, colores predominantes y favorito de este artista. Sus bodegones, marinas y escenas campesinas ofrecen una visión concreta de cada una de las imágenes de exquisita facturación. Sus lienzos impregnados de colores de viva luz y exuberante vegetación hacen que su pintura tome vida y esplendor. La acertada composición, el dibujo nítido y preciso, imparten calidad a esta pintura que parece gozarse también en la delicada textura de las marinas y en los demás trabajos, es decir sus paisajes, bodegones de flores. La obra de Pedro Pablo Méndez, está impregnada de serenidad, de equilibrio, de armonía. Pero donde más podríamos destacar este artista, es sobre todo, en las marinas de suaves tonalidades que envuelven al contemplador en una sensación d sosiego, de tranquilidad. Méndez logra en su espacio pictórico diversos planos, pero sobre todo el práctico y natural ejercicio del colorido, proyectando los elementos en primer plano; los veleros es un excelente ejemplo de sus paisajes. Este artista con su profundo sentido costumbrista, busca su fuente en el paisaje de la flora nativa, porque la siente y trata de interpretar esa realidad. Por eso sin dejar de ser una pintura recia y vigorosa, es una obra optimista, atractiva, sedante, fácil de comprender y de interpretar. El Nacional, Martes 08 de Agosto 1989
Por Danilo Lasose (Fragmento) Los tonos, los matices, la armonía interna y el equilibrio interno que existe en los cuadros de Pedro Méndez García, han sido elaborado y concebido como la búsqueda de un estado de conciencia que se expresa en los detalles, los perfiles, las masas cromáticas y en la expresión libre y espontánea del lenguaje plástico como manifestación del alma del pintor enamorado de la vida espiritual del hombre. El tratamiento sistemático de los elementos cromáticos, de las texturas, el dibujo y la composición, hacen de la obra de este artista una búsqueda investigativa del discurso pictórico, como una aventura del espíritu del pintor que en cada cuadro hace un aporte artístico que demuestra que él posee un inagotable caudal creador por su capacidad para adoptar elementos nuevos en cada cuadro que pinta. Danilo Lasosé, filosofo y Critico de Arte(AICA) 1996
Por Amable Lopez Melendez Pedro Pablo Méndez García (San Fco. De Macorís, 1965) figura entre grupos de artistas que, a partir de la segunda mitad de la década de los 80, han estado nutriendo un sector bastante considerable del mercado del arte nacional. También se le conocen breves estancias en la Escuela de Bellas Artes, tanto en su ciudad natal como en Santo Domingo, y son conocidas sus relaciones con el pintor Alberto Bass y con el critico de arte Humberto Soto Ricart. (fenecido) Sin embargo es a partir de su encuentro con Plutarco Andujar, (1931-1995) en el año 1987, cuando este joven pintor comienza a ser objeto de una fama y de una demanda que le estiman por su virtuosismo en los paisajes marinos. * En Pedro Méndez tenemos la mejor muestra de asimilación que haya logrado un artista dominicano en uno de los grandes aspectos de la maestría con que el desaparecido artista abordó el tema de la marina. * En un instante en que sus cálidos, transparentes e idealizados paisajes marinos gozan de una acogida que sobrepasa la medida de los pintores altamente cotizados a nivel local, Pedro Pablo Méndez decide romper con el estereotipo de la pintura género, para aventurarse de una nueva búsqueda, cuya intención temática y formal nos lleva a advertir la turbulencia de un espíritu que quiere liberarse, así como su preocupación por plantear los signos y los elementos originales de un nuevo universo visual personal. Fragmento articulo Amable López Meléndez (AICA) Revista Expreso, Santo Domingo, Agosto, 1999
POR: AB1L PERALTA AGÜERO (AICA) Lo conocí, siendo apenas un joven e inquieto pintor, alumno y apasionado admirador del maestro dominicano Juan Plutarco Andújar (1931 - 1994), mágico explorador de los misterios del mar y la refulgente y seductora belleza de la mujer mulata del caribe. En su condición de alumno directo del maestro Andujar, Pedro Pablo Méndez se convirtió durante algunos años en un genético interprete de los modelos semánticos de su maestro; sin embargo, fallecido su conductor, Méndez transitó entre la continuidad de la huella y la ruptura, procurando su propio alfabeto, su propia identidad pictórica, tratando de explorar los dones de su palabra en la pintura. La nueva producción de Pedro Pablo Méndez en su conjunto es una ecléctica formulación semántica que tiene como soportes la angustia y la memoria de los pescadores en los mares del caribe y el martirio de la fé, la esperanza que los símbolos crípticos proyectan al espectador que asume el arte como un acto intimo de reflexión emocional y espiritual. Como repertorio de su intima y reflexiva visión sobre la esperanza y la fé Pedro Pablo Méndez también toca con agudeza los lemas referidos al drama de los centenares de dominicanos que se ahogan en el laberinto mundo de la sal procurando otros mundos donde la angustia del hombre se traduce en espejo y Fantasía de un nuevo vivir en prosperidad social... esos humildes dominicanos que mueren con la fantasía de New York en su memoria. Sus temas sobre los pescadores conforman un reflexivo mundo místico que en su proceso de visualización estructural evoca signos y significaciones propios del sugestivo y enigmático mundo del más acentuado magnetismo que registra el arte moderno. Catalogo de sueño Caribe, Altos de Chavón, Julio 2000
Por VIRGINIA GORIS Bibliotecaria, Curadora, Periodista y Critica de artes.(aica) Plutarco Andujar, el paradigma de las hermosas marinas, del perpetuador de la belleza del mulataje criollo, de los atardeceres y amaneceres luminosos, tiene en Pedro Méndez un audaz discípulo que abrevo en su insondable y fecunda fuente, transitando su impronta, pero atormentando al mismo de repetirse hasta lo artesanal y baladí; hoy agrega a su fuente primigenia más de su propia cosecha, transitando con éxito el inicio y despegue de su propio lenguaje visual. Desde “transmutación”, su anterior muestra en el Museo del Hombre Dominicano, su ruptura o evolución, su dilema existencial o de creador, era por supuesto, abrir cauces a una nueva figuración, que tuviera una gran carga de su propio sentir, como habitante de esa media isla, que sirviera de punto de reflexión, haciendo una pintura de hondo contenido espiritual, y donde un toque de esperanza se reflejará en la epidermis narrativa de sus piezas trascendentes. Su medular preocupación temática dentro de su enfoque espiritual y místico radica en la amorosa predilección que otorga el artista a la unidad familiar, núcleo primordial de la composición social y la asechanzas que merodean en la actualidad para su disgregación, como lo son la paternidad irresponsable, las metas disímiles de los padres, el romanticismo perdido, los viajes ilegales y una gran falta de amor que provoca un ejército de niños náufragos de seguridad hogareña, y náufragos reales en búsqueda de utopías que traen más que soluciones perdidas irreparables, y hasta conflictos internacionales como son las migraciones de haitianos hacia nuestro país, migraciones de dominicanos hacia Pto. Rico, y los balseros cubanos hacia las costas.Ultima Hora, Septiembre 2001 Por Candido Gerón Escitor, poeta, curador, diplomático y critico de artes Contribuyó a cimentar personalidad pictórica el renombrado maestro de la plástica nacional, Plutarco Andujar, artista de soberbia pinceladas y de la luz contrastante. En la trayectoria artística de su pupilo, se destacan la valoración técnica y la influencia cromática de su maestro. En su arte el espectador se enfrenta al mundo del cultivo de la belleza estética de la forma y el color. Es irrebatible el universo diversificado y creativo que pergeña este joven artista, donde la vida y el espíritu se muestran memorables.´´ …El espectador se aprovecha de las visiones oníricas, motivos a su vez de reflexiones. En sus cuadros Pedro Pablo Méndez García recrea la naturaleza de manera emocionante ofreciendo un mosaico de impresionismo de su mar siempre poético e impresionista…. ….El artista entiende la pintura como una razón sensorial de esa manera se interna en lpo sectores de la naturaleza, permitiendo que la luz de sus imágenes tengan una definición contrastante. Sus pinturas ilustran claramente la belleza de sus paisajes del mar con sus soles, cielos y lunas, donde el drama humano es evidente…. …Su transparente ingenuidad en sus temas marinos, van dejando en el espectador un mensaje de humanidad, de lucha y drama como se observara en sus pinturas homenaje a Plutarco Andujar´´… /El Siglo viernes 13 de Octubre del 2000.
Obras recientes de Pedro Pablo Méndez García Por Danilo Lassose, Escritor, Filosofo y Critico de arte, AICA Existe en la obra de Pedro P. Méndez García, el descubrimiento de un Dios cosmológico con matices, tonos y desgarramientos existenciales que expresa la palpacidad y el olfato del artista visual que piensa con la luz y los colores- La sinfonía, es decir, el canto visual a Dios o Jesucristo, y la cosmogonía mágica del cromatismo, el trazo sugerente y la sistematización coherente, da la idea signíticas del lenguaje plástico de Pedro P. Méndez García.La textura del caos, las sensaciones, las emociones y la metafisidad de los signos plásticos remiten a la agonía interior del hombre en su dimensión cósmica. La naturaleza en su proceso de definir su metamorfosis interior, para descubrir cual es su verdad como sustancia óntica y vital. Por eso descubre que el hombre destruye la naturaleza por múltiple razones, sociales políticas, tecnológica, y pone su talento al rescate del nivel estético y la artitisidad de la vida natural. El sacrificio ritual animal, como la oveja, representa valores manidos de un segmento en el tiempo de la humanidad, que buscaba sustituir la culpa y la ruptura con su Dios.Los valores simbólicos del muro y la piedra, como la obra ´´ Saltando el muro´´ son interacción por descubrir el lenguaje. L a metamorfosis de personajes en proceso de integración mágica como la plasticidad lógica e ilógica de márgenes que se descubren en la imaginación del artista. El tejido lineal, colorístico y el algebra o la matemática intrínseca que percibimos en estas imágenes son logro de la capacidad perceptiva y profesional del artista Pedro P. Méndez. El valor espiritual de esta obra: ´´El beso´´ o Jesús y judas, representa la alegoría de la traición del cristianismo primitivo, y occidental. Pensamos que Pedro P. Méndez ha logrado en estos cuadros, que observan, analizan y diseñan la naturaleza interior. ´´Obras como refugio seguro´´ existen valores arquitectónicos, porque dominan la perspectiva de Alberti y la geometría analítica de picasso, dentro de una atmósfera caribeña. El cuerpo de Jesucristo sintiendo el sufrimiento humano, tiene un significado y valor ontológico de carácter universal.El carácter bucólico, o sea de esta imagen grafica es la condición de una crítica a nuestra sociedad en su condición injusta. La humillación como temática de esta obra, es un valor filosófico y pictórico del hombre occidental en la búsqueda de su identidad ideológica espiritual. Dios, en el contexto de su evangelio, según la cosmovisión de Pedro P. Méndez es acceso a un movimiento de la imagen en su espacio imperceptible. El último Grito¨´ es una metáfora plástica con un significado plástico-humano universal porque representa la idividualidad creadora del artista Pedro Méndez, Parafraseando a Eduard Munch en su obra El Grito. La exaltación a los sueños oníricos del pintor que viene a reverenciar a su Dios en le convento de de la poesía en la naturaleza y la vida. La muerte interpretada como un proceso diabólico que no tiene mas alternativa que aferrarse de algo que signifique valor humano, la luz vista por el ser humano en proceso de extinción en el universo cosmológico. Las manos en esta obra pueden tener un significado de tipo conceptual, político, espiritual y óptico. En conclusión: La búsqueda actual de Pedro Pablo Méndez, es el descubrimiento de su autentica personalidad artística de mas de veinte años de incansable labor creadora. Su obra ha evolucionado desde aquella inolvidable muestra: Transmutación, Museo del Hombre Dominicano, 1996, en un lenguaje plástico, pletórico de contenido técnico, social y espiritual. La anatomía en proceso de recomposición sintética de los valores de estas obras de Pedro Pablo Méndez es la sombra y luz de de una dinámica conceptual y victoria que alcanza los niveles de un artista en vía de alcanzar su consagración. Deseamos a este artista y profesor del Pincel muchos éxitos, pues tiene una obra madura para ser proyectada en el plano internacional. Pedro Pablo Méndez, la mujer, la ilusión, alegoría, cruzando el portal Pedro Pablo Méndez indaga en la mujer, por la mujer, para la mujer, en la mujer, en lo femenino, en la búsqueda de la sutilidad, en el misterio, navegando, siendo la verdadera maga, punto de conexión, efervescencia del cambio. La mujer como paradigma, como punto de encuentro, como punto de partida que viaja hacia la búsqueda del interior de uno mismo. Mujeres occidentales, negras, orientales, la mujer en letras mayúsculas, con el pelo suelto, recogido, con elegantes pañuelos en forma de ordenada geometría que parten de un tercer supuesto ojo espiritual. Es la mujer, centro del mundo, comodín del cambio, punto vital de la transformación sutil, encuadrada en el equilibrio de la evidencia específica. La mujer que centra el interés, complementada por la eficiencia, predominio de la versatilidad, radicada, conceptualizada como símbolo, sacerdotisa del hoy, maga, que esconde magia de verdad, diferentes rostros, mismo rostro, idéntica cara, misma cara, idéntica mujer, todas las mujeres. Mirada espiritual, alegoría, simbolismo , la búsqueda de la transformación y el cambio continúo. Un cambio, que se basa en la permuta de la evidencia y la voluntariedad de la dinamicidad. Rostro, cara, ojos, boca, ojos que penetran y viajan a través de la oscuridad, posicionándose en la dimensión del amor, que es el auténtico motor, impulsor del mundo. Un cambio basado en la emotividad, porque de la belleza, estética, de lo estético, armonía, que nos introduce de nuevo en la belleza, portal hacia lo espiritual. La belleza es armonía, aunque en la fealdad, si hay energía espiritual, también hay armonía.El artista dominicano Pedro Pablo Méndez viaja a través del onirismo, mostrando rostros femeninos serenos, evocadores, desprovistos de maldad. Son belleza pura, esencia iluminada, caras que se dirigen hacia lo interior, desde el exterior. Predominio de colores sensuales, evidenciando la fuerza de la sutileza en el dominio del dibujo en la composición, marcada por la dinámica cromática, por la transformación constante, incesante, como el agua de un manantial inagotable. Agua de la vida, pañuelos con motivos formales, con presencia de círculos, evidencias estructurales, exhibiendo conjunto de formas geométricas alegóricas que vertebran la pictoricidad de la forma, potenciando, incrementando la formulación del cambio continuo y la traslación consecuente. Pedro Pablo Méndez viaja por las interioridades de la evidencia que no está pero que existe. Sus paisajes son partes de un todo que se incardina con la personalidad de la esencia femenina captada con total soltura y naturalidad, pero yendo más allá de la anécdota, encontrándose en el meollo del sueño, en mitad del subconsciente, en la mirada que viaja a través del laberinto. Joan Lluís MontanéDe la Asociación Internacional de Crítico Pedro Pablo Méndez, la mirada de la mujer en el contexto de paisaje y lo emblemático alegórico Pedro Pablo Méndez viaja a través de las interioridades de la mirada de la mujer, desgranando el camino propuesto, persiguiendo quimeras, visitando emblemáticas posiciones en las que lo importante es la versatilidad del sueño, la pléyade de serenidad estrellada sideral que emana del segundo, del momento, del instante que está sugerido, que se arremolina en la fortaleza de la evidencia. No hay verdad sino conjunto de verdades que ascienden y descienden como la energía, sin parar, sin detenerse, porque no existe lo estático. No hay otra visión que la serena contemplación de la vida, entendida como punto de encuentro y equilibrio, como fundamento del cambio y traslación, como evidencia de lo sutil, entendido como fortaleza precisa. Somos como gotas de agua, pero la diferencia, la diversidad en igualdad nos transporta a un posicionamiento espiritual. Sus mujeres, de diferentes procedencias, son serenas, pero no es una serenidad sensual, sino transparente y sideral, que va más allá de la física, que entronca con el poder de la energía sutil del universo. Sus mujeres se encuentran en hipotéticos paisajes de agua, otros con palmeras insinuadas. Sus rostros desnudan el pensamiento puro y trasladan vibraciones a altas esferas, a evidencias localizadas, focalizadas en lo permanente, en la búsqueda de la transformación y el cambio. La suya es una transformación que viaja por los conductos habituales del subconsciente, del sueño, de un onirismo que, después, deja traslucir una verdad real, que se aguanta con solidez, a partir de retazos y fragmentos de una visión que se encuentra encuadrada más allá de la evidencia. Emplazada, además, al margen de la anécdota, sin tener en cuenta la predisposición de lo real, sino permitiéndose una conexión emblemática con la determinación espiritual sutil del consciente y subconsciente unidos por el hilo de oro del laberinto de Ariadna. Su obra alegórica se asienta en la mujer, entendida como poema, parte teórica de un mundo de ensueño, de paisajes sublimados, evocados, casi aterciopelados, sugeridos, que son parte integrante del manto protector de la serenidad interior de almas y espíritus que se hallan en el camino del cambio y la transformación. Una transformación evidente, que se asienta en el dominio del dibujo, en el empleo de apasionados cromatismos que viajan a través de los grandes pañuelos que cubren el pelo de sus mujeres de gran exotismo, pero de eficiente calma tanto de corazón como de mente pura.Mujeres que viajan a través de caminos inventados, de sutiles luminarias que forman parte de una determinación de la realidad que nos envuelve como brazos protectores, que parten de una espiritualidad que abarca más allá de la transparencia, de la voluntad de la forma, incardinándose en un fondo de gran solidez, que viaja con claridad. Todo ello complementando la belleza de las diversas mujeres que son parte de un todo donde la armonía predomina, sin prejuicio de la voluntad de alcanzar el más allá del nirvana, el camino que nos lleva a la tierra prometida, sin aspavientos. Joan Lluís MontanéDe la Asociación Internacional de Arte Pedro Pablo Méndez, el culto a la belleza, como parte de la espiritualidad, rostros de mujer en el silencio del momento Es un buscador constante de belleza, de evidencia de armonía y equilibrio, a través del silencio, en paisajes que insinúa, pero que expresa a través de los rostros de mujer. No hay estructura convencional paisajística, sino que los pañuelos que cubren el pelo de sus mujeres orientales, negras y occidentales, -también las hay presentadas sin el espléndido pañuelo-, integran por sí mismos el concepto de un paisaje que se resiste a dejar de serlo, porque forman parte de una dinámica convergente en lo más eficiente de lo onírico. Emplea con sumo cuidado símbolos, alegorías y elementos, centrándose en la figura y rostro, ojos sobre todo, de sus mujeres, que son partes de la esencia universal. En realidad no son mujeres, son belleza en estado puro, presentadas en diversas situaciones, sola o acompañada de otra mujer, en posturas sugerentes y sugestivas, en actitudes que miran sin mirar, que viajan al interior de la propia dinámica del cambio que les permite ser paisaje en sí mismas. Su labor es la de captar la atención central del espectador, en la propia identidad de la composición, buceando en los detalles, pero sin abusar de ellos. Es un artista que pinta con el color, pero que asienta su obra en el dibujo, en un dibujo claro, de trazos precisos, de evidencias y contrastes, en las que resalta los detalles de rostro y caras, de expresiones sutiles, encuadradas en la propia configuración de la determinación de la conceptualización de los elementos. Elementos que son partes de un todo armónico, de un conjunto de evidencias que se suponen producto del momento, del instante vibracional. Cada rostro es una mujer, en la mujer, todas las mujeres, en el rostro, todos los rostros. Parece la misma mujer, el mismo rostro, labios insinuantes pero correctos, ojos grandes, saltones, nariz perfilada, mirada que mira y que vuelve a mirar más allá del hoy. Es la misma mirada, pero hay cambios, pero sigue siendo la misma forma de mirar a pesar de la variación existente. Rostros que viajan a través de la serenidad interior, del culto a la belleza escondida en la forma, porque va más allá de lo externo.La belleza es interior y exterior, se ve en el exterior pero se siente en el interior. Sus mujeres son bellas interior y exteriormente, porque todas son partes del uno, es decir de la misma esencia que las gobierna y nos conduce a todos. Pedro Pablo Méndez, desarrolla un claro culto a la belleza, como parte de la espiritualidad, rostros de mujer en el silencio del momento que son producto de los sentidos y sentimientos. No hay límites, todo es real, en la diversidad de medios, vidas y momentos. Joan Lluís MontanéDe la Asociación Internacional de Críticos de Arte (AICA) PABLO MENDEZ Pedro Pablo Méndez (Pintor dominicano) es miembro del Colegio Dominicano de Artistas Plásticos (CODAP) y de la Asociación Internacional de Artistas Plásticos (AIAP), (UNESCO).